jueves, 2 de septiembre de 2010

3 comentarios:

belén dijo...

nunca tan exigente la Luna como para ponerlo entre la vida o la asfixia!!! creo q entenderá lo descortés.

Caroco dijo...

jaja! Quizás el astronauta, para la próxima expedición, se lleve un sombrero enorme y rojo, que vaya encima de su burbuja de aire. Y cuando se acerque a la pretenciosa luna, le hará una roja reverencia y ella se pondrá colorada.

Me encantan tus historias y me despiertan otras!

Caro.

Anónimo dijo...

farfalla vendetta!